¿De verdad, sólo me pasa a mi?

Por fin me he decidido, hoy quiero comenzar a compartir todas aquellas experiencias que pienso “sólo me pueden pasar a mi”.


¡Estáis todos invitados!.

miércoles, 27 de julio de 2011

Una mala pasada del teléfono!!!

José, desde Madrid nos ha regalado este post... la verdad es que no me hubiera gustado verme en su piel
:-)
Hace unos años, quien no tenía en su cartera de clientes una inmobiliaria de postín no podía tener consideración de agencia. Nosotros sufríamos dos empresas de este sector, con desigual fortuna. Miguel, Presidente de la multinacional a la que estábamos asociados entonces, me llamó para que me pusiera en contacto con Juan, Director de Marketing de una de las grandes… con unos servicios escasamente profesionalizados.

 -          Llámale de mi parte que quiere algo de relaciones públicas. Ya le he comentado que trabajáis con otras dos del sector, pero no tiene inconveniente. “Buenos días, Juan, llamaba… “  Al otro lado del hilo (Todavía había hilo telefónico en esos años) una voz impaciente comienza con la enumeración de sus necesidades:
-          Necesitaría que me desarrollaras la estrategia, que me envíes el listado con los nombres de los periodistas, que me expliques cómo lo tenéis pensado hacer, y posteriormente os comunicaré si convocamos concurso o no. Y por favor, todo lo necesito para antes de mañana por la tarde, que tengo el comité interno… No sin grandes esfuerzos, conseguí colgar el teléfono educadamente, para inmediatamente marcar a Miguel:
-          Tu cliente es un cara dura. Pretende que le haga todo su trabajo, y encima gratis. Y además el muy jeta mi pide nuestro listado de medios. No tiene ni idea de cómo funciona esto, el muy inútil.
-          Discúlpame, pero yo no pretendo que nadie haga mi trabajo, y mucho menos gratis.
UPSS… En lugar de llamar a Miguel, había dado a la rellamada… De nada sirvieron las excusas de “no he querido decir lo que seguramente hayas entendido”. Jamás trabajé para ese cliente. Y es que esto, sólo me pasa a mí.
José, Madrid 26 de julio de 2011

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